Cuando la altura del vano vidriado es muy grande, por lo que el alero debería ser demasiado ancho para ocultarlo, se puede optar también por muchos aleros de menor anchura y se logra el mismo efecto
Este moderno hotel, construido según un proyecto del estudio Zas Lavarello & Asociados Arquitectos, levanta su espectacular fachada de cristal coloreado en la zona vieja de la ciudad argentina de Palermo. El edificio se proyectó con la idea de erigir un hito arquitectónico en un barrio que está experimentando una vertiginosa transformación urbanística, siendo este hotel el emblema de este desarrollo moderno del distrito.
La “piel” o envolvente del hotel (es decir, su fachada) es el elemento principal en el que se basa la expresión arquitectónica, que intenta generar una plataforma de “comunicación” entre el exterior y el interior. Se caracteriza por sus ventanales de cristal coloreado, que por la noche convierten al edificio en una auténtica escultura urbana.
La casa se sitúa entre medianeras en una parcela estrecha y alargada en el límite urbano de Casavells. Su estado original era ruinoso por lo que se plantea conservar únicamente la fachada de piedra situada hacia la calle, orientada al norte y en contacto con el pueblo.
En la fachada sur el contexto urbano desaparece y tiene unas fantásticas vistas hacia un paisaje abierto con una fuerte componente horizontal. Aquí la volumetría se aterraza, definiendo unas franjas horizontales en resonancia con el paisaje, para permitir aberturas que ofrecen un buen aprovechamiento de la luz natural y del paisaje.
La planta semisótano avanza para adaptarse a la rasante del terreno. Esta planta considera el acceso principal de la vivienda, por eso intentamos que este espacio tenga más atributos que el de un garaje de fondo oscuro.
Plantas
Con este objetivo, la parte central de la planta baja se coloca a una cota intermedia, permitiendo que desde el nivel del semisótano se visualicen el resto de los espacios de la vivienda.
El garaje se entiende como un espacio de transición entre el interior de la vivienda y el jardín donde se pueden desarrollar otros usos.
La planta baja se define como un espacio único, abierto. Así desde el acceso desde la calle puede verse el paisaje y el jardín, hecho que se consigue al situar el espacio central del estudio en un nivel intermedio. Este espacio a cota intermedia es un espacio comunicador de las distintas estancias y actividades de la vivienda, donde se sitúa el estudio y la biblioteca, e incorpora una gradería que lo convierte en zona de juegos para los niños, espacio de reunión o sala de proyecciones.
La planta del primer nivel, donde se ubican las habitaciones, se fragmenta en tres, dejando unas grietas entre ellas que permiten el paso de la luz natural. Estos forjados se sitúan en distintos niveles para cualificar el espacio continuo de la planta baja en varias volumetrías interiores.
Chipperfield explota las vistas que ofrece su ubicación y orienta todos sus espacios interiores al mar.
El arquitecto buscó la creación de espacios generados a partir de sencillos rituales domésticos: tomar el desayuno, leer un libro, cocinar o contemplar el mar, creando una arquitectura escenario que no atrajese la atención.